En la provincia de Huesca existen tres casas canguro, localizadas en Tierrantona, Lupiñén y Bolea, después de que cerrara la de San Juan de Plan.
Hay esperanza para la pervivencia de las casas canguro de la provincia de Huesca, destinadas al cuidado de niños de hasta tres años de edad. Al menos para las de la Hoya de Huesca. Tras el reciente anuncio de que la de San Juan de Plan cierra sus puertas este mes al carecer de ayudas públicas, la Federación de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de Huesca (Feaccu) –impulsora de esta iniciativa– firmó el viernes un convenio con la Comarca de la Hoya de Huesca con el que la entidad se compromete a colaborar en la financiación de los centros de Lupiñén y Bolea. La primera lleva en activo desde 2008, pero en la segunda el centro permanecía cerrado desde 2011 por falta de niños. La Comarca de la Hoya de Huesca colabora así con una aportación de 6.200 euros. El convenio tiene vigencia hasta 2013 y es prorrogable.
“Estaba esperando un momento como este desde hace tres años”, comentó, durante la firma, Trinidad Valdovinos, presidenta de Feaccu en la provincia de Huesca. Hizo hincapié, de esta forma, en la importancia de las ayudas públicas para el mantenimiento de las casas canguro y garantizar la continuidad del servicio. Como recordó Valdovinos, las casas canguro –quedan tres en la provincia tras el cierre de la de San Juan de Plan, cuando llegó a haber hasta 17– se financiaban en sus inicios, en el año 2007, con fondos europeos Interreg.
Cuando finalizó este programa, señaló Valdovinos, “dependimos de las diferentes instituciones, principalmente, de la Consejería de Servicios Sociales y Familia de la DGA”. A continuación, durante dos años, fue la Diputación Provincial de Huesca la ayudó en la financiación. “Los tres últimos años nos hemos apoyado en los Ayuntamientos”, añadió la portavoz de Feaccu. Sin embargo, continuó Valdovinos, ha llegado un momento en el que las corporaciones municipales ya no se han podido hacer cargo. En su opinión, las casas canguro suponen “un apoyo a la localidad, a las madres y a la cuidadora. Da estabilidad a la población y permite además a las madres ir a trabajar”. Espera, asimismo, que la iniciativa tomada por la Comarca de la Hoya sirva también de ejemplo en otras zonas de la provincia.
Un apoyo para el medio rural
Como explicó, por otro lado, el presidente comarcal, Fernando Lafuente, dicha subvención corresponde a las líneas destinadas a las escuelas infantiles. “Creímos también oportuno y así se aprobó en el último pleno,dotar de ayudas a este tipo de centros, en los cuales se realiza un trabajo importantísimo para los pequeños municipios, al no tener que desplazarse los niños a núcleos”, señaló Lafuente. En opinión del portavoz de la entidad comarcal, la presencia de estos centros infantiles facilita además el asentamiento de la población.