3 de Mayo de 2010.- Las patatas con un alimento muy común en la dieta de la mayoría de la población europea. Sin embargo, a veces pasamos por alto los aportes nutricionale de este alimento tan básico. Para empezar existen diferencias nutricionales considerables entre los distintos platos de patatas, dependiendo de cómo se cocinen. Esto puede influir en la manera que tienen los consumidores de percibir este alimento. Lo que caracteriza a la patata es que combina las características de los alimentos ricos en almidón con las de las verduras.
Las patatas se empezaron a importar de Sudamércia en el siglo XVI y tardaron otros 150 años en convertirse en uno de los alimentos básicos de Europa. Actualmente donde más se consumen es en Europa Central y del Este.
Aspectos nutricionales importantes sobre el papel de la patata en una dieta sana y equilibrada
1.- Las patatas cocidas o asadas son un alimento prácticamente libre de grasa. Los carbohidratos con los principales nutrientes energéticos presentes en las patatas que se encuentran en forma de almidón. Son una fuente de energía del organismo y deberían de representar como mínimo la mitad del consumo diario de calorías.
2.- Son una buena fuente de fibra, contribuyen a la sensación de saciedad y facilitan la función disgestiva. Debido a que la densidad energética, es decir, las calorias por gramo de alimento, de las patatas cocidas o asadas es baja, consumir una gran cantidad de ellas no equivale a un gran consumo calórico (aprox. 140 kcal en una ración de tamaño medio). Esto puede ayudar a sentirse lleno sin consumir demasiada energía. Sin embargo, el contenido energético de las patatas fritas puede ser el doble o el triple del de las patatas cocidas o asadas, por lo que resultan menos recomendables para quienes desan perder peso.
3.- Son una fuente de vitamina C. Una ración media de patatas cocidas (180 gr) contiene unos 10 gr, aproximadamente una octava parte de las necesidades de una persona adulta. A pesar de que la vitamina C es sensible al calor y una parte desaparece al cocinar los alimentos, las patatas cocinadas retienen la suficiente cantidad como para constituir una buena fuente de este nutriente. La vitamina C es necesaria para tener una buena piel, dientes, encías, músculos y huesos sanos y también contribuye a la absorción del hierro procedentes de fuentes vegetales que, de otro modo, el cuerpo no asimila bien.
4.- También contienen varias vitaminas del grupo B. La misma ración de 180 gr. contiene más de un sexta parte de las necesidades diarias de un adulto de vitaminas B1, B6 y Folato. Estas vitaminas del grupo B tienen numerosas funciones en el organismo, incluyendo un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos para proporcionar engería y mantener la salud de la piel y el sistema nervioso. El folato es necesario para el crecimiento y desarrollo de las células y glóbulos rojos. Por eso es importante garantizar el consumo de una cantidad adecuada antes y durante el embarazo.
5.- Las patatas son una buena fuente de potasio, además de contener pequeñas cantidades de magnesio y hierro. El potasio tiene muchas funciones en el organismo, sobre todo el músculos y la contracción muscular, la transmisión de los impulsos nerviosos y la regulación de la presión arterial. La cantidad de potasio presente en las patatas es similiar a la de la mayoría de frutas y verduras en relación con su peso. Pero como las patatas se suelen consumir en mayor cantidad, son una fuente importante y fiable de este nutriente. Una ración mediana aporta una décima parte de las necesidades diarias de magnesio y hierro.
6.- Por naturaleza, las patatas casi no contienen sodio. Las recomendaciones sanitarias sugieren no consumir demasiada sal debido a la relación existente entre el consumo de sodio y el riesgo de tener una elevada tensión arterial. Otros alimentos ricos en almidón son igual de bajos en sodio, aunque el contenido de potasio de las patatas es significativamete superior al de, por ejemplo, la pasta.
7.- Existe un pequeño número de personas intolerantes al gluten, una proteína presente en el trigo y el centeno. Para quienes deben seguir una dieta sin gluten y no pueden comer muchos alimentos comunes como el pan, la pasta y la mayoría de los cereales del desayuno, las patatas tienen una gran importancia. No contienen gluten y pueden ser consumidas libremente por quienes deben de evitarlo o quienes prefieren no consumir trigo por otros motivos.
8.- Debido a la gran variedad de formas de preparación de las patatas, el contenido nutricional de las comidas que las contiene es muy variable. La pérdida de nutrientes que se produce al cocinarlas depende de la temperatura y la duración de la cocción. Al cocerlas, las vitaminas y minerales hidrosolubles, como las vitaminas del grupo B, la vitamina C y el potasio, se desprenden de las patatas y pasan al agua de cocción. Cocer las patatas con piel (aunque luego vayan a pelarse para comerlas) reduce notablemente esta pérdida de nutrientes. También se pierden algunos nutrientes en almacenarlas y, en general, se recomienda mantenerlas en un lugar seco, oscuro y fresco. Sin embargo, no deben almacenarse a temperaturas muy frías, como 4ºC, ya que pueden aumentar la formación de acrilamida al freilas. Las patatas con mancha verdes o las que empiezan a germinar deben de cortarse y pelarse con cuidado o no consumirse. Aunque el contenido de grasas de las patatas es muy bajo, los platos preparados con ellas pueden ser ricos en calorías si se añade grasa durante su preparación.
Fuente:* EUFIC