Las plataformas digitales han abierto nuevas formas de comunicación, pero también han dado paso a un oscuro fenómeno: la violencia digital, especialmente dirigida a mujeres. Cada vez más voces alertan sobre esta realidad, subrayando que las mujeres tienen 27 veces más probabilidades de ser atacadas en Internet que los hombres, según la ONU.
En el entorno virtual, los móviles y las redes sociales se convierten en herramientas que pueden ser empleadas para controlar o chantajear a parejas o exparejas. Estas acciones constituyen conductas delictivas en auge en España. La Fiscalía General del Estado ha destacado la subnotificación de ciertos tipos de violencia digital relacionada con el acoso, delitos contra la intimidad, integridad moral y libertad sexual.
La atención temprana a las víctimas es crucial. La ciberdelincuencia no da tregua: cada 39 segundos, se produce un ciberataque a nivel global. En este contexto, la violencia digital se entrelaza con la violencia de género, a menudo pasando desapercibida para las mujeres que son objeto de control, abuso, amenazas y violencia sexual.
Consecuencias Graves para las Víctimas
La ciberviolencia machista no solo se queda en lo virtual; tiene graves consecuencias para las víctimas. Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 54% de las mujeres que han sufrido acoso en redes sociales han experimentado ataques de pánico, ansiedad o estrés. En el caso de niñas y jóvenes que han padecido amenazas online, el 42% muestra estrés emocional, baja autoestima y pérdida de confianza en sí mismas.
La detección temprana es esencial, pero muchas víctimas se enfrentan al miedo, la vergüenza y la dificultad para expresar lo que están viviendo. Por eso, la sociedad en su conjunto debe aprender a reconocer las señales de control y abuso desde las primeras manifestaciones.
Prevención y Protección: Un Rol para Todos
En un estado avanzado de violencia digital, la víctima a menudo necesita ayuda para alzar la cabeza y hablar. Un enfoque multidisciplinario es clave, involucrando a las fuerzas de Seguridad del Estado, las instancias judiciales y las oficinas de atención a víctimas del delito. La colaboración con entidades como el Observatorio Español de Delitos Informáticos también puede ser crucial.
La violencia contra las mujeres, especialmente en el ámbito digital, es una realidad en crecimiento. La prevención, la concienciación y la denuncia son nuestras herramientas para combatirla.
Esta información es parte del proyecto «Mujeres por la igualdad y contra el acoso en las redes sociales», subvencionado por el Gobierno de Aragón.
