Declaraciones de Eva Martínez, directora del IAM, en la revista FEACCU

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«Todavía es patente la invisibilidad de la mujer en el mundo agrario»

Eva Martínez. Directora General del IAM

Eva MartínezHuesca, diciembre 2006.- Eva Martínez es la directora general del IAM, institución con la que FEACCU-Huesca mantiene estrechos lazos de colaboración desde si creación. La mujer rural es uno de los colectivos que el Instituto tiene como objetivo, según nos comenta su máxima responsable. Valora la relación entre el IAM y FEACCU Huesca muy positiva. SE comparten objetivos enfocados a la promoción de la mujer, especialmente en su integración en el mundo laboral. Considera que se están consiguiendo avances importantes en la conciliación, existiendo una mayor concienciación colectiva acerca de este derecho de conciliación pero sin embargo, entiende que todavía se percibe como un «problema» asociado a las mujeres. Desde el IAM se tiene muy clara la necesaria cooperación entre hombres y mujeres en esta tarea, la corresponsabilidad de ellos y ellas hasta conseguir que cada persona, independientemente de su sexo, pueda desarrollar su proyecto personal y profesional. Teniendo en cuenta las diferencias en el punto de partida, considera que todavía es necesario seguir aplicando medidas de acción positiva que permitan a la mujer ocupar el puesto que, como persona, se merece.
 
Pregunta.- ¿Qué importancia tienen en su dirección general los programas orientados a la mujer rural?

Respuesta.- Uno de los objetivos recogidos en el Plan de Acción Positiva para las Mujeres en Aragón es, precisamente, el desarrollo de la mujer en el mundo rural y en esta área se han venido desarrollando actuaciones específicas que han pretendido hacer visible el papel de la mujer en este medio y sobre todo, trabajar por la igualdad de oportunidades y por ofrecer a la mujer rural los recursos necesarios que le permitan desarrollarse, tanto personal como profesionalmente.

En Aragón, laatención a la mujer rural cobra especialsentido, a tenor de la alta representación rural con la que contamos en nuestro territorio. En el medio rural, la mujer se constituye la espina dorsal, como el pilar social, familiar y económico. Y sin embargo, casi siempre se ha mantenido en un segundo plano, sin el reconocimiento de su trabajo, aun cuando es de sobras conocido que son ellas las auténticas artífices del mantenimiento de la economía rural.

Estamos asistiendo a un nuevo proceso de ruralización, en el que se expanden las posibilidades de este medio. Considero que no es exagerado afirmar que las mujeres rurales están contribuyendo al diseño de un este nuevo modelo de sociedad rural, más moderno y solidario, que posibilita la progresiva implantación de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y que apuesta por nuevas formas alternativas de desarrollo, más allá del tradicional componente agrario.

Ya son muchos los ejemplos en los que la mujer, con su dinamismo y espíritu emprendedor se ha dejado sentir en la actividad económica, en los acontecimientos sociales, culturales y políticos del medio rural. La participación activa de las mujeres ha revitalizado las economías locales y ha puesto sólidas bases para el desarrollo de nuestra Comunidad.

Pero reconocer los avances conseguidos, no debe impedirnos constatar las muchas dificultades que, aún, complican la vida y el desarrollo personal de las mujeres rurales aragonesas. Todavía es patente la invisibilidad de la mujer en el mundo agrario, pese a su activa participación, las tasas de paro siguen siendo elevadas, las posibilidades de formación y desarrollo personal no siempre son las adecuadas y son los principales sujetos de las dificultades para conciliar adecuadamente la vida personal, familiar y profesional.

Son problemas reales a los que tenemos que hacer frente. Y precisamente es aquí donde desde el IAM seguimos insistiendo, tanto a través de acciones gestionadas directamente desde el Instituto o bien a través de Asociaciones de Mujeres del mundo rural, que van en aumento y además, están enfocando sus actuaciones en estos mismos campos.

La preocupación del IAM por el mundo rural ha llevado a la creación de una red de Centros Comarcales de Información y Servicios para la Mujer, que se extiende por todo el territorio de Aragón, y en los que las mujeres del ámbito rural pueden acceder a servicios y recursos relacionados con el asesoramiento empresarial, laboral, jurídico, psicológico y social.

P.- ¿Qué supone para usted la colaboración con FEACCU-Huesca en proyectos como el Equal para la integración laboral de la mujer en riego de exclusión o el Interreg para la creación de servicios de proximidad para la primera infancia?

R.- La colaboración entre el IAM y FEACCU Huesca sólo puedo valorarla como una relación muy positiva. Compartimos objetivos enfocados a la promoción de la mujer, especialmente en su integración en el mundo laboral.

FEACCU cuenta con la absoluta confianza del IAM, ya que ha demostrado, a lo largo del tiempo, su buen hacer, su capacidad de trabajo, su espíritu emprendedor y, claro está, su interés por las mujeres de la provincia de Huesca.

Contar con un «socio» como FEACCU para el IAM es importantísimo. Su representatividad en todo el territorio oscense, nos asegura que vamos a ser capaces de acercarnos a cada una de las mujeres y sobre todo, que vamos a responder a sus necesidades, ya que son conocedores de las especificidades que pueden presentar las mujeres de las diferentes localidades de la provincia de Huesca.

Sigo convencida de que las Instituciones debemos ir de la mano con las entidades sociales para asegurar el buen funcionamiento y la continuidad de los proyectos, especialmente de aquellos que resultan eficaces, como son los que venimos manteniendo entre FEACCU e IAM. Por ello, desde aquí, aprovecho para animar a todas las personas que forman parte de esta Federación a continuar con su trabajo en la misma línea, así como para mostrar la predisposición del IAM para seguir colaborando en aquellos proyectos que contribuyan al pleno desarrollo de las mujeres aragonesas.

P.- ¿Se ven avances en la necesaria conciliación de la vida laboral y familiar?

R.- Sin duda se están consiguiendo avances importantes y por ello creo que debemos estar contentos/as aunque todavía no satisfechos/as. Es cierto que existe una mayor concienciación colectiva acerca de este derecho de conciliación pero sin embargo, todavía se percibe como un «problema» asociado a las mujeres.

Hasta hace bien poco y, aunque en menor medida, también ahora, la mujer ha tenido que «sufrir» las consecuencias del cambio social al que estamos asistiendo, en el que las transformaciones en la trayectoria vital femenina y especialmente, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, han hecho tambalear algunos principios históricamente asentados.

Ello ha ocasionado la necesidad de buscar fórmulas que permitiesen dar respuestas a la necesidad de conciliación para todas las personas en edad laboral y, principalmente, para las mujeres y es que seguimos siendo nosotras quienes sufrimos una tensión evidente entre los ámbitos del trabajo remunerado yla familia. Todavía persisten algunas barreras que no permiten hablar de conciliación sino, más bien, de «contradicción» entre los ámbitos personal, familiar y profesional (división sexual del trabajo, resistencia al cambio, percepción de amenaza por parte de las empresas, insuficiencias en los servicios de apoyo, abandono laboral de la mujer, etc.).

A pesar de todo, se ponen en marcha iniciativas desde todos los sectores (sociales, políticos, económicos, empresariales,…) que están facilitando la posibilidad de conciliación y que, y esto es fundamental, están considerando este concepto como un derecho de toda persona activa, sea mujer u hombre. Cada día son más los ejemplos acerca de la corresponsabilidad en el cuidados familiares y en las tareas domésticas, la utilización y crecimiento de los servicios externos a la familia parta atender, las buenas prácticas en los centros de trabajo, …).

Este mismo año se ha aprobado el Plan Concilia, que el Gobierno de Aragón aplica entre sus empleados. Es un paso importante, pero debemos avanzar en esa dirección para que llegue al conjunto de los trabajadores y trabajadoras y se considere como una opción más a la que acogerse.

Dentro de muy poco tiempo entrará en vigor la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres, que supondrá ascender otro escalón más, ya que se recogen medidas para favorecer la conciliación personal, familiar y profesional.

Aunque es evidente que la legislación por si sola no es suficiente, si que es necesaria, como respaldo a partir del cual será posible la exigencia de la puesta en marcha toda una serie de medidas.

P.- ¿Es el siglo XXI el siglo de la mujer?

R.- Es una frase que cada día es más oída al igual que otra que dice «el futuro es mujer». Sin duda, la lucha de las mujeres por reivindicar el protagonismo que le corresponde en todos los ámbitos de la sociedad es una constante que, día a día, cobra nuevo auge y que está empezando a tener resultados positivos gracias a la constancia y tenacidad de las mujeres, así como al mayor número de actuaciones que desde todos los sectores se están llevando a cabo para conseguirlo.

Es preciso dejar claro que buscamos la igualdad, no la confrontación entre los sexos. Desde el IAM tenemos muy clara la necesaria cooperación entre hombres y mujeres en esta tarea, la corresponsabilidad de ellos y ellas hasta conseguir que cada persona, independientemente de su sexo, pueda desarrollar su proyecto personal y profesional. Pero claro, teniendo en cuenta las diferencias en el punto de partida, todavía es necesario seguir aplicando medidas de acción positiva que permitan a la mujer ocupar el puesto que, como persona, se merece.

La igualdad de oportunidades es una reivindicación que tiene eco no sólo en España. Una de las principales políticas que emprende la Unión Europea, precisamente, concierne a la eliminación de las barreras discriminatorias por razón de sexo y a favor de la igualdad de oportunidades.

P.- ¿Qué proyectos relacionados con la mujer rural tiene sobre la mesa en estos momentos?

R.- Acabamos de presentar los resultados de un estudio sobre la mujer rural en Aragón cuyo objetivo analizar la situación de la mujer rural aragonesa, estudiar los factores contextuales que favorecen o dificultan el desarrollo de la mujer para, a partir de ahí, diseñar actuaciones aprovechando los recursos existentes y seguir trabajando en la eliminación de obstáculos que impiden la fomento de la igualdad de oportunidades.

Hemos cumplido el primer objetivo, que era el disponer de datos objetivos y contextualizados, pero no nos podemos quedar aquí. Lo verdaderamente importante de este proyecto es que nos va a servir para trazar, a partir de los resultados y de las conclusiones obtenidas, un plan de actuación, a corto y medio plazo, así como un plan estratégico global que facilite el desarrollo de la mujer rural y su entorno.

Algunos aspectos relacionados con la mujer rural sobre los que hay que seguir insistiendo:

Promover nuevos modelos contextualizados al mundo rural, en el que se cuente de forma activa y protagonista con la mujer como motor de desarrollo.

Fortalecer el tejido asociativo de las mujeres, como espacio de participación, de intercambio y de promoción de la mujer y del medio rural.

Potenciar los servicios que faciliten la conciliación entre la vida personal, familiar y laboral así como aquellos que permitan un desarrollo integral de la mujer.

Ampliar las posibilidades de promoción, inserción y reinserción laboral a las mujeres rurales, haciendo especial hincapié en el trabajo por cuenta propia y en los nuevos nichos de desarrollo.

Reconocimiento legal y remunerado del trabajo de la mujer en el sector agrario. Potenciar la titularidad y cotitularidad de las explotaciones agrarias en las que las mujeres emplean su jornada.

Fomentar las posibilidades de formación de la mujer, tanto en formación permanente como en formación técnica, de forma que pueda contribuir de forma profesional al desarrollo de sus municipios y ocupar en mayor proporción puestos de alto nivel. .

Fomentar la igualdad de oportunidades en el acceso de la mujer a las tecnologías de la información y la comunicación, adaptando las actividades a sus peculiaridades.

Fomentar medidas de igualdad de oportunidades, especialmente dirigidas a los hombres, destinadas a potenciar la corresponsabilidad, el reparto de tareas y el disfrute de los mismos derechos.

Utilizar las soluciones y alternativas tecnológicas existentes para el cuidado de ancianos y personas dependientes. Ello supone, por una parte, un importante nicho de empleo para la mujer a la vez que le facilita la dedicación a otras actividades.

Dar respuesta a las mujeres rurales víctimas de violencia de género y seguir trabajando en la prevención y sensibilización en esta materia.

El Instituto Aragonés de la mujer seguirá poniendo todo su empeño en el logro de estos objetivos pero somos conscientes de que necesitamos contar con la colaboración de muchas otras personas. Aprovecho la ocasión para ofrecerle a FEACCU-Huesca la posibilidad de seguir trabajando juntos en esta tarea.

Me gustaría concluir con un mensaje positivo: A pesar de que aún son evidentes las dificultades que sufre la mujer que vive en el medio rural, sin duda, se han dado pasos importantes hacia la igualdad. Hay un rumbo claro e irreversible, ahora es obligación de todos/as el acelerar el paso y seguir avanzando en esta apuesta, en la que sólo seremos eficaces si reconocemos y potenciamos el valor de la mujer como agente dinamizador del medio rural.